No hay mayor fuente de inspiración que la propia realidad. Y sino, que se lo digan de Walt Disney, que se basó en el Castillo de Neuschwastein (Baviera, Alemania) para crear el famoso logo que aparece en todas sus películas. Si quieres saber cómo pasar un día de cuento de hadas en el castillo alemán más visitado, sigue leyendo.
Si estas de viaje por la región bávara, no puedes desaprovechar la oportunidad de visitar Hohenschwangau, el pueblo donde se encuentra el castillo de Neuschwastein. Como la mayoría de viajeros, acudí a este rinconcito de Alemania desde Múnich, la capital de Baviera.
En un principio, los más de cien kilómetros que separan el castillo de la capital de Baviera pueden echar a más de un visitante para atrás. De hecho, he de reconocer que en un principio la gran distancia me hizo replantearme la visita. Iba a estar en Múnich solo tres días y no sabía si me daría tiempo a llegar hasta allí. Por suerte, me lo replanteé y acabé viviendo una de las mejores experiencias viajeras que he tenido.
Ir hasta Hohenschwangau es más fácil de lo que a priori parece. Es cierto que hay muchos tours que te ofrecen la posibilidad de llevarte directamente hasta el castillo y te hacen un recorrido guiado por la zona. Pero también es cierto que su precio es bastante elevado. Así que si no quieres pagar de más, tienes dos opciones: alquilar un coche o coger transporte.
En mi caso, no me veía conduciendo por la nieve hasta el pueblecito alemán, por lo que me decanté por la segunda opción. Además, también resulta la más barata. En cualquier estación de Múnich (ya sea de S-Bahn o U-bahn), puedes adquirir el Bayern Ticket. Este título de transporte te permite viajar de forma ilimitada por la región de Baviera durante todo el día.
El precio de este ticket para una persona es de 25 euros, pero pueden viajar con un mismo ticket hasta cuatro personas. Para ello, tienes que pagar un pequeño suplemento de 6 euros por persona. Es decir, si cogéis un billete para dos personas como fue mi caso, os costará 31 euros
Desde la estación central de trenes de Múnich (Müchen Hauptbahnhof), puedes coger un tren que te lleva a Füssen, otro pueblecito alemán que se encuentra cerca de Hohenschwangau. Hay trenes directos que te llevan hasta allí en aproximadamente dos horas. Para aprovechar bien el día, cogí un tren que salía de la estación principal a las 7:51 de la mañana y me dejó en Füssen a las 9:55. Pero el horario de los trenes puede cambiar, por lo que te recomiendo que lo consultes en la web oficial de transporte alemana.
Una vez que llegas a Füssen, hay que coger un autobús que lleva a Hohenschwangau. Tenéis dos buses distintos que dejan en la misma parada: el número 73 y el 78. Ambos hacen una parada frente a la estación de trenes de Füssen, por lo que no tiene pérdida (además, te aseguro que más de un viajero que se baje en Füssen tendrá como destino el castillo de Neuschwastein, así que a veces lo mejor es dejarte llevar por la marea de gente).
Una vez que coges el autobús llegarás a “tu destino” en menos de diez minutos. De nuevo, sabrás que es la parada correcta porque es ahí donde se baja todo el mundo. Además, si el cielo está despejado podrás ver el castillo en lo alto de una montaña y sabrás que es la parada correcta.
No os lo he contado hasta ahora, pero mi escapada a Múnich fue en diciembre de 2017. En esa época del año, la mayoría de las regiones alemanas se tiñen de blanco gracias a las nevadas que acompañan todo el invierno. Vale sí, también es la temporada que más frío hace. Pero merece la pena abrigarse con más capas que una cebolla y acudir a ver el Castillo de Neuschwastein en invierno.
Los pueblos alemanes por los que va haciendo ruta el tren antes de llegar a Füssen adelantan bastante el panorama que uno va a encontrar cuando llegue a Hohenschwangau. Aun así, me quede completamente embelesada cuando me bajé del autobús y vi el paisaje blanco, completamente nevado (entendedme, soy de Madrid y en la capital de España no es que viene mucho a no ser que vayas a la sierra).
Una vez que bajas del autobús y antes de subir al castillo, si quieres visitarlo por dentro tendrás que ir hasta el centro de información a sacar las entradas. Es muy importante que vayas primero a esta caseta si no has sacado el ticket por Internet, ya que en el propio castillo no se venden entradas. En las entradas aparece asignada la hora de la visita, por lo que es muy importante que seas puntual y llegues a la hora prevista al castillo.
La entrada normal tiene un precio de 13 euros y la reducida de 12 (la verdad es que no es un gran descuento en comparación con los tickets de otros lugares alemanes y en general de Europa). Si quieres ver el Hohenschwangau, puedes sacar una entrada combinada por 25 euros (23 euros la reducida).
En el mismo puesto de información, hay varias pantallas en las que se pueden ver si el autobús y las calesas que te llevan arriba del castillo están disponibles. Cuando yo fui, solo estaban disponibles los carruajes, probablemente porque la nevada que estaba cayendo hacía imposible que el bus subiera hasta su destino. En las mismas pantallastambién señalaban que el Puente de María (Marienbrücke) se encontraba cortado por obras…no quiero adelantar nada, pero al final del post te contaré alguna curiosidad sobre el puente.
La enorme cola que había para subir en la calesa hizo que me decantara para subir andando hasta el castillo. Te recomiendo que te lleves un calzado cómodo y adecuado, especialmente si vas en la misma época del año que yo, ya que el camino hasta arriba está bastante helado y resbala.
A buen ritmo y parándome un par de veces para contemplar el paisaje nevado, llegamos al Castillo de Neuschwastein en menos de media hora. Antes de llegar al castillo, te recomiendo que hagas una pequeña parada y te dediques a contemplarlo desde todos sus ángulos.
También, antes de llegar a la entrada del castillo hay una pequeña plataforma de cristal que te permite observar mejor la fachada. La verdad es que desde esa perspectiva me quedé un poco decepcionada. No porque el castillo desde ahí no sea bonito sino porque, gracias a mi mala suerte y siguiendo, encontré la fachada en obras (para que no falte la costumbre de encontrarme andamios y grúas, algo que me pasa en todos los viajes). Se prevé que la fachada este en obras hasta junio de 2018. Por lo que si vais a partir de este verano, seguro que la encontráis en mejor estado que yo.
Supongo que si has llegado hasta el castillo será para verlo por dentro. Pero, si solo te has acercado a verlo por fuera, aquí viene un pequeño consejo: puedes entrar por la entrada principal y al menos ver el patio del castillo. Quizás no sea la parte del castillo que te dejará más con la boca abierta, pero al menos es un pequeño aperitivo si te has quedado sin entrada (por el motivo que sea).
Dentro del castillo del rey Luis II, también denominado como “rey loco”, encontrarás las dependencias de cualquier castillo. Sinceramente, aunque es solo mi opinión, el exterior del castillo es más impactante que su interior…Pero para gustos, los colores.
Desde el castillo hay un sendero que te lleva al famoso Puente de María. Como comentaba al principio del post, el camino se encontraba cerrado por “obras”. Así que no me quedó más remedio que iniciar el descenso pensando que tendría que volver en un futuro otra vez solo por contemplar las vistas desde el puente.
Casi al final del camino de bajada, encontré una nueva ruta hacia Marienbrücke. A la entrada, había un cártel enorme que indicaba que se encontraba cerrado al público….y también un montón de pisadas de gente que se había saltado la “prohibición” a la torera y había continuado por el sendero.
No sé está en Baviera todos los días, así que decidí seguir las huellas de la gente. Entendí en seguida por qué el camino estaba cortado supuestamente por “obras”. Es un sendero muy empinado, y si el camino hasta el castillo es resbaladizo no os podéis imaginar cómo es el recorrido hasta el puente (estuve a punto de caerme más de una vez, pero estoy convencida de que es porque soy un pato mareado, no por la nieve). Aun así, el estado del camino no me detuvo y decidí subir hasta donde pudiera, llegará hasta mi destino o no.
Finalmente (y tras saltar un par de vallas, todo he de decirlo) alcancé mi objetivo unos cuarenta minutos después. Una de las cosas buenas de que el camino estuviera cortado es que prácticamente pude disfrutar prácticamente sola del castillo (porque no os creáis que era la única loca que se saltó vallas para llegar hasta allí).
Si vas hasta Neuschwastein es imprescindible que subas a ver el puente, esté cortado el camino o no. De los mejores recuerdos que tengo de un viaje, sin lugar a dudas es las vistas que se ven desde Marienbrücke. Cualquier foto que os pueda enseñar del castillo no hace justicia a lo que se puede contemplar desde ahí. Parecía el típico paisaje de postal, todo completamente nevado y con el imponente castillo protagonizando la escena. Repito, merece muchísimo la pena y no os lo podéis perder.
Tras bajar por el mismo camino por el que había subido (aunque deduje que había otro camino por el que hacer trampas y colarse, porque vi como otros viajeros descendían por otro lado), llegó el momento de despedirse del encantador pueblecito alemán. Pero antes, me acerqué a ver el precioso lago que hay en la ladera del castillo.
Desde ahí, se puede contemplar el castillo de Hohenschwangau. Ya era tarde cuando llegué al lago, por lo que no seguí el sendero que llega hasta la puerta principal del castillo. Pero si tienes tiempo, puedes complementar tu día de cuento de hadas con la visita al castillo.
Un último consejo: si quieres comprar souvenirs de la zona, te recomiendo que vayas a la tienda que se encuentra más cerca del lago. Entré en varias y ahí es donde encontré los recuerdos más baratos (había desde las típicas postales y posters del castillo hasta réplicas en miniatura).
Después de haber sentido que había pasado uno de los mejores días como viajera, cogí el mismo autobús de vuelta hasta Füssen. En diciembre se hace muy pronto de noche en Alemania, por lo que decidí coger el tren que pasaba a las 16:34 y dejaba en la estación de Múnich a las 18:05. De nuevo, te recomiendo que consultes los horarios por si han cambiado desde mi visita.
¿Conocéis el castillo de Neuschwastein? ¿Hay algún rincón de la zona que creéis que me he perdido? Déjame un comentario con cualquier duda, sugerencia o recomendación.
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