Budapest, Europa, Hungría

3 días en Budapest: Itinerario Nº2 de nuestro viaje

¿Te has quedado con ganas de más después de leer el primer post sobre nuestro viaje a Budapest? ¡La espera ha terminado! Esta vez te contamos todo lo que vimos e hicimos durante el segundo día de nuestra escapada a Budapest.

La segunda mañana de nuestro viaje la dedicamos a explorar Buda. Esta zona de la capital húngara es bastante grande, por lo que sabíamos que si queríamos verla entera, tendríamos que madrugar mucho. Y eso es lo que hicimos. Con bastante sueño, salimos de nuestro alojamiento dirección al Puente de las Cadenas sobre las 6:30.

Si quieres seguir nuestro itinerario al pie de la letra y no te apetece madrugar tanto (o vas a Budapest en una época en la que a esas horas todavía es de noche), te aconsejamos que cambies de día algunas de las cosas que hicimos por la tarde. Así tendrás tiempo de sobra para conocer Buda. Aunque luego te daremos más detalles, por ejemplo puedes ir a menos bares en ruinas o dejar el paseo por el Danubio para otro día.

Pero si solamente es por pereza…nuestra recomendación es que no remolones entre las sábanas. Ya lo hemos dicho en más de una ocasión, pero no nos cansaremos de repetirlo: madrugar te permite tener los rincones que más ganas tienes de conocer de una ciudad para ti solo. Precisamente así nos encontramos el Puente de las Cadenas: vacío, apenas pasaron un par de personas mientras lo cruzábamos.

Este puente no es el original, ya que fue destruido prácticamente al completo durante la Segunda Guerra Mundial. Pero fue reconstruido a imagen y semejanza del anterior al finalizar el conflicto bélico.

Chain Bridge Budapest
Puente de las Cadenas sin gente

Además, tiene una historia súper curiosa. Dicen que William Tierney Clark, el arquitecto del puente, expresó que si alguien encontraba un fallo a su obra maestra se arrojaría al Danubio. El día de la inauguración un niño pequeño inocentemente dijo que los cuatro leones que aparecen en el puente, ¡no tenían lengua! Según cuentan, el arquitecto inmediatamente se tiró al río. Pero es solamente una leyenda. En realidad el arquitecto vivió hasta el año 1852.

Volviendo a nuestro recorrido, una vez que cruzamos el puente fuimos dando un pequeño paseo hasta el Bastión de los Pescadores. Seguía siendo bastante temprano y tuvimos la suerte de encontrarlo también vacío. Si cuentas con suficiente tiempo, creemos que merece mucho la pena volver por la noche. Nosotros no lo teníamos, así que lo dejamos en la lista de planes pendientes para la próxima escapada a la capital húngara.

Desde esta falsa fortificación (porque aunque se llame bastión nunca fue usado para defender la ciudad de Buda) se pueden apreciar una de las mejores vistas del Parlamento. Al principio pensábamos que era el único atractivo de este lugar, pero al llegar nos dimos cuenta que en sí mismo el Bastión de los Pescadores tiene un encanto único ¡Cuando vayas ya nos dirás si opinas igual que nosotros!

Fisherman Bastion, Budapest
Una de las zonas que más nos gustó del Bastión de los Pescadores

Justo al lado del Bastión de los Pescadores se encuentra la conocida Iglesia de Matías. Su tejado nos recordó un poco a la Catedral de San Esteban de Viena. La entrada a su interior tiene un precio de 1500 HUF, aproximadamente unos 4,5€. Nosotros decidimos no verla por dentro.

La siguiente parada de esa mañana fue ver el Castillo de Buda.  Desde el Bastión de los Pescadores el camino hasta allí es muy sencillo, ya que solo hay que andar en línea recta unos 10 minutos.

El Castillo alberga hoy en día la Galería Nacional Húngara, la Biblioteca Széchenyi y el Museo de Historia de Budapest. No entramos a ninguna de estas atracciones turísticas porque consideramos que era más interesante dar una vuelta por sus alrededores. Si sigues nuestro recorrido, no te olvides de ver la Fuente de Matías, en uno de los laterales del castillo. Mucha gente la compara con la Fontana di Trevi. Aunque creemos que no es tan espectacular como la de Roma, merece la pena verla.

Por cierto, desde el Castillo de Buda también tienes una fantástica vista panorámica no solo del Parlamento, sino de toda la zona de Pest. De hecho para nosotros, este es el mejor sitio donde contemplar Budapest a ojo de pájaro.

Budapest Views from Buda Castle
Vista de Pest desde el Castillo de Buda

Siguiendo más o menos en línea recta, continuamos nuestro recorrido hasta llegar a la Colina Gellert, el punto más alto de Buda. Subir hasta allí no es nada fácil. El camino está bastante empinado, por lo que te recomendamos que vayas con un calzado cómodo.

Como te imaginarás, desde lo alto de la colina también tendrás la parte de Pest a tus pies. Sin embargo, creemos que estas vistas no son tan bonitas como las que se aprecian desde el Castillo de Buda.

En la misma colina también se encuentra la Estatua de la Libertad y la Citadella, una especie de fortaleza. No lo consideramos algo imprescindible que ver en Budapest, sobre todo si no dispones de mucho tiempo.

Cuando conseguimos bajar la colina (tardamos un buen rato porque es tan laberíntica que nos perdimos hasta con el Google Maps), nos topamos cara a cara con el famoso Hotel Gellért. Aquí dentro está el Balneario Gellért, conocido por haber sido el escenario de un antiguo anuncio de la marca Danone. Es un buen lugar para relajarte después de tirarte todo el día haciendo turismo por la ciudad. Pensamos en ir pero, como sabrás si has leído nuestro post anterior, finalmente preferimos disfrutar de las Termas de  Széchenyi.

Al lado de la colina también se encuentra el Puente de la Libertad, construido a finales del siglo XIX en honor al emperador Francisco José I de Austria. No es tan bonito como el Puente de las Cadenas, pero desde donde estábamos nos vino de perlas cruzarlo para volver a la zona de Pest.

Liberty Bridge
Vistas del Puente de la Libertad desde la Colina Gellért

A pocos pasos del puente está ubicado el Mercado Central, considerado como el más grande de Europa. Cuando llegamos aquí ya eran más o menos la 13:00. Creemos que es una buena hora para visitarlo, ya que comenzarás a tener el estómago vacío después de tanto patear la ciudad y  podrás hacer una paradita para picotear o tomar algo en alguno de sus múltiples puestos.

Si no sabes qué comer, te recomendamos que pidas un Gulash. El Gulash es una sopa típica de Hungría hecha a base de carne con pimentón y otras especias. Sí, has leído bien. Mucha gente piensa que es un guiso, pero en realidad este es el plato ‘para turistas’. No obstante, en el Mercado Central  tienes ambas versiones ¡Tú decides con cuál te quedas!

Nosotros nos pedimos uno buenísimo en uno de los primeros puestos que verás nada más subir las escaleras de la izquierda. Nos costó más o menos unos 5€ al cambio ¡Muy recomendable si buscas comer bien y barato en Budapest!

Central Market Budapest
Interior del Mercado Central de Budapest

En el Mercado Central también puedes aprovechar para comprar algún recuerdo para ti o para tus amigos y familiares. En la planta de arriba a la derecha encontrarás un montón de puestecitos que venden toda clase de souvenirs a precios bastante económicos: sobres de pimentón, monumentos en miniatura, postales, imanes…Seguro que ves algo que te gusta.

Eso sí, ten en cuenta que en la mayoría de los puestos solo podrás pagar en efectivo. Pero no te preocupes si no llevas suelto. Tienes un ATM justo en la entrada del mercado, al lado de la caseta de información.

Resumiendo, esto es todo lo que vimos la mañana del segundo día de nuestro viaje a Budapest:

Una vez que tuvimos el estómago lleno, pusimos rumbo a nuestro siguiente destino: el Parlamento de Budapest. Habíamos comprado las entradas para hacer la visita guiada a las 16:30. No eran ni si quiera las 15:00, así que teníamos tiempo de sobra para llegar y aprovechamos para dar una pequeña vuelta por la ribera del Danubio.

Durante este breve paseo no solo tuvimos una perspectiva diferente de la zona de Buda, sino que pudimos ver algunas de las estatuas más conocidas de la ciudad como “La Princesita”, “La niña con su perro” o “El Pintor del Danubio” ¡Muy curiosas las tres!

Little Princess Statue Budapest
Estatua de la Princesita con el Castillo de Buda detrás

Si no te apetece caminar o simplemente no dispones de tanto tiempo, puedes coger el tranvía número 2 al lado del Mercado Central. Hace el mismo recorrido que hicimos nosotros a pie y te dejará prácticamente en la puerta del Centro de Visitantes. El trayecto dura más o menos unos 10 minutos.

El Centro de Visitantes se encuentra detrás del Parlamento, justo al final de la Calle Balassi Bálint. Pero antes de llegar a la puerta, te recomendamos que vayas a ver Los Zapatos del Danubio. Este emotivo monumento se erigió en memoria de los judíos húngaros que fueron asesinados y arrojados al río durante la Segunda Guerra Mundial .Te dejará con los pelos de punta.

Por cierto, si quieres visitar el parlamento por dentro, te aconsejamos que compres las entradas en la web oficial. En los últimos años han surgido muchas páginas que intentan engañar a los viajeros vendiendo los tickets mucho más caros ¡incluso el Ministerio del Exterior de España ha emitido un comunicado en su web para advertir a los turistas sobre esta estafa!

La visita al Parlamento tiene un precio de 1.600 HUF (unos 5,5€) para estudiantes europeos y de 3.200 HUF (al cambio 9,75€) para adultos europeos.  El ticket para los residentes no europeos cuesta más o menos el doble.

La duración de la visita guiada es de aproximadamente unos 45 minutos. No podemos decir que no nos gustó verlo por dentro pero siendo sinceros… Nos esperábamos más. Nuestra guía explicaba bastante mal y recorrimos menos salas de las que esperábamos. Eso sí, la sala donde se encuentra el tesoro de Hungría es espectacular. Una pena que no dejen hacer fotos en esa zona.

Budapest Parliament
Interior del Parlamento de Budapest

Al salir del Parlamento sabíamos que nos merecíamos un pequeño descanso, por lo que decidimos ir a tomar algo en uno de los bares en ruinas más famosos de la ciudad: el Szimpla Kert. Tenemos en mente hacer un post más detallado con toda la información sobre estos curiosos bares, ¡esperamos que sea pronto!

Cuando llegamos, nos dimos cuenta de que todo el mundo tiene razón cuando dice que dentro del Szimpla Kert nada tiene sentido. Cada sala es completamente diferente a la anterior y tiene una decoración sumamente extraña: ordenadores colgados del techo, un pequeño huerto-jardín ¡e incluso una bañera a modo de sofá! Sin embargo, es precisamente este conglomerado de cosas tan ‘random’ lo que hace que sea un sitio tan especial. Sin duda, una visita imprescindible que hacer en Budapest.

El Szimpla Kert tiene una amplia carta de comida y bebida entre las que elegir. No obstante, creemos no puedes irte de allí sin tomarte un chupito de Palinka, una especie de licor de frutas húngaro. A nosotros no nos gustó mucho, pero es una de estas cosas que hay que probar sí o sí cuando uno está de viaje. El chupito nos costó al cambio 3€. 

Szimpla Kert, Budapest
Nuestra sala favorita del Szimpla Kert

Este bara en ruinas no fue el único que incluimos en nuestra ruta. También entramos al mexicano Ellato Kert. Aquí no nos tomamos nada, pero vimos que los tacos tenían muy buena pinta y eran bastante económicos ¡si vas y los pruebas ya nos dirás qué tal están!

Tras terminar de curiosear el Ellato Kert, continuamos nuestra ruta por los bares en ruinas hasta el Gozsdu Udvar. Técnicamente este sitio no es un ruin bar, sino un centro comercial, pero se ha levantado en un edificio arrasado en la Segunda Guerra Mundial como el resto de los bares en ruinas. Cuenta con distintos bares, cafeterías y otros locales de ocio y restauración, ¡incluso tiene unos recreativos! Es algo curioso que ver en Budapest, pero si no te sobra mucho tiempo, puedes omitirlo.

Lo que sí te recomendamos es que vayas al siguiente ruin bar que visitamos: el Instant. Desde hace unos años este local se ha unido en el mismo complejo a otros bares de la misma índole como el Fogas Haz o Robot. 

Fuimos sobre las 20:00 y no tuvimos que pagar por entrar. La principal ventaja de ir a estas horas fue que lo encontramos mucho más vacío de lo que esperábamos. Pero también es cierto que muchas salas estaban cerradas.

Por eso, si te apetece salir de fiesta por Budapest, pensamos que la mejor opción es ir después de cenar, sobre las 22:00 -23:00. Creemos que a esta hora habrá más ambiente, aunque es posible que tengas que hacer cola. No obstante si quieres ahorrártela, vimos que había una entrada VIP por unos 5€ al cambio que incluía el acceso a todos los locales asociados a Instant, así como un chupito de bienvenida.

Ruin Bar in Budapest
Entrada del Robot

Antes de dar por terminado nuestro segundo día por Budapest decidimos dar una pequeña vuelta por la ribera del Danubio. Sí, ya la habíamos paseado por aquí por la tarde, pero nos habían dicho que merecía mucho la pena ver la ciudad iluminada y, ¡no se equivocaban! Si por el día las vistas son espectaculares, por la noche esta zona gana muchísimo más.

Eso sí, estábamos tan reventados después de estar todo el día pateando la ciudad que no lo disfrutamos tanto como nos hubiera gustado. Si tu escapada a Budapest es más larga que la nuestra, te recomendamos que hagas nuestros dos últimos planes en días diferentes.  Es decir, que vayas una noche a pasear por la orilla del Danubio y otra la dediques a ver los bares en ruinas.

A modo resumen, se puede decir que esto es lo que vimos nuestra segunda tarde por Budapest:

¿Qué te ha parecido el itinerario de nuestro segundo día por Budapest? ¿Lo seguirías al pie de la letra? Déjanos un comentario y cuéntanoslo. Y recuerda que muy pronto publicaremos la última parte de nuestro viaje a Budapest ¡No te la pierdas!

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