Europa, Florencia, Italia

3 Días en Florencia: Itinerario nº2 de nuestro viaje

Si leíste la primera parte de nuestra escapada a Florencia, tendrás ganas de saber cómo continuamos con nuestro itinerario. Hoy te contamos todo lo que pudimos ver y hacer el segundo día ¡No te lo pierdas! 

Mañana del día 2 – Al otro lado del Arno

El segundo día que pasamos como tal en Florencia también madrugamos bastante. Aunque estábamos muertos de los días anteriores de nuestra ruta por Italia, no nos podíamos permitir remolonear entre las sábanas ¡Nos esperaba un día bastante intenso!

Sobre las 7:30 de la mañana, tras vestirnos y desayunar, pusimos rumbo a nuestra primera parada de ese día: el Puente de la Santísima Trinidad. Como ya te contamos en nuestro post anterior, nuestro alojamiento, el Hotel Palazzuolo, está en pleno centro de la ciudad por lo que tardamos menos de 15 minutos en llegar a nuestro destino.

El Puente de la Santísima Trinidad en sí no es muy bonito que se diga, pero cuenta con una de las mejores vistas del Ponte Vecchio. Lo que no calculamos es que a primera hora de la mañana, el sol te cegaba si no llevabas gafas…Y había un contraluz horrible para hacer fotos decentes.

Si solo te interesan las vistas del puente, da igual que vayas en ese momento, por la tarde o por la noche. Pero sí quieres hacer el book perfecto, es mejor que no hagas como nosotros y cuadres tu itinerario para ir a otra hora del día.

Además, la calle de ese lado del puente estaba en obras y estropeaba un poco la instantánea. Imaginamos que ya habrán terminado, pero si estás pensando en viajar a Florencia pronto, tenlo en cuenta.

Seguimos avanzando por la ribera del río y por suerte desde el otro lado, el que se encuentra más cercano a la Galería de los Uffizi, no daba el reflejo. Pudimos contemplar el Ponte Vecchio sin tener que estar continuamente con los ojos guiñados y hacernos mil fotos.

Por cierto, no te lo hemos dicho antes, pero este puente no solo el más importante de Florencia, sino uno de los más reconocidos a nivel mundial. Se cree que fue construido durante el Imperio Romano. En la Edad Media se asentaron aquí joyeros y orfebres. Hoy en día si paseas por él todavía podrás ver joyerías a precios casi prohibitivos.

Como era bastante temprano y sabíamos que las tiendas iban a estar cerradas, decidimos no cruzarlo. En su lugar, continuamos por la avenida Anna María Luisa de Medici hasta que llegamos al Ponte delle Grazie. Habíamos leído que desde aquí también se obtenía una imagen de postal del puente, pero lo cierto es que nos pareció que se encontraba un poco lejos. Y más tras el objetivo de la cámara.

Nuestra siguiente parada era un lugar que ya conocimos el día anterior: el Piazzale Michelangelo. Desde donde nos encontrábamos solo teníamos que caminar unos 15 minutos.

Piazzale Michelangelo, Florence
El Piazzale Michelangelo es un lugar mágico que ver en Florencia

Este mirador se encuentra en lo alto de una colina, por lo que para llegar hasta arriba del todo es necesario subir una buena cuesta. El camino no es muy complicado (y te lo decimos nosotros que no estamos especialmente en forma). Pero si no te apetece hacerlo a pie, siempre puedes coger el autobús número 12 que sale desde la estación de Santa María Novella. También puedes pillar el número 23 que pasa por el Duomo.

Elijas la forma que elijas para subir, estamos convencidos de que en cuanto te asomes por la barandilla, te quedarás sin palabras. Ya habíamos estado por la noche, pero por el día la panorámica de la ciudad nos pareció aún más espectacular.

Desde el Piazzale Michelangelo tuvimos literalmente Florencia a nuestros pies. Pudimos distinguir a la perfección el Ponte Vecchio sobre el río Arno, el Palazzo Vecchio, el Duomo…

La plaza suele estar bastante abarrotada al atardecer, pero a esas horas la disfrutamos prácticamente a solas. Pudimos contemplar con calma la ciudad y llenar de recuerdos la tarjeta de memoria de la cámara. Sin duda, para nosotros es un lugar que no puedes perderte en Florencia.

Por cierto, aunque quede en segundo plano por las vistas, aquí se encuentra una de las réplicas del David de Miguel Ángel. Si quieres ver el original, tendrás que ir hasta la Galería de la Academia.

Después de estar más de una hora en la plaza, fuimos a la Abadía de San Miniato al Monte, uno de los “secretos mejor guardados de la ciudad”. No muchos viajeros lo saben, pero la panorámica que hay desde este templo religioso es bastante similar a la que se obtiene desde el Piazzale.

Es una buena opción para ver Florencia desde las alturas sin aglomeraciones, sobre todo en temporada alta o al atardecer. Además, no se tarda mucho más de 5 minutos andando en llegar de un sitio a otro.

Ya que estábamos aquí, aprovechamos para rodear la Abadía y nos topamos con un curioso cementerio. No es lo más impresionante que visitamos durante nuestro viaje, pero si vas con tiempo te animamos a que lo descubras.

Giardino Bardini, Florence
Estatua en el Giardino Bardini

A continuación fuimos a conocer otro de los pocos lugares de la ciudad que se encuentran a ese lado del Arno: el Giardino Bardini o Jardines Bardini en castellano. Se encuentran a unos 20 minutos de la Abadía, por lo que si sigues nuestro itinerario puedes ir perfectamente a patita.

Como la mayoría de lugares que se pueden visitar Florencia, estos jardines datan del Renacimiento. Paseando por sus más de 4 hectáreas vimos una perspectiva diferente del Duomo, además de esculturas, fuentes y algunas plantas que en pleno mes de enero estaban un poco mustias… Lo que hizo que el lugar no nos gustara demasiado. No obstante, imaginamos que en otras épocas del año este espacio verde tendrá más vida y será más atractivo.  

Si a pesar de lo que te acabamos de contar te apetece ir y viajas a Florencia en temporada baja como nosotros, te recomendamos que saques la entrada ahí mismo en lugar de por internet. No es un lugar muy concurrido y así te ahorrarás el recargo.

En invierno la general tiene un precio de 8€ y la reducida (para europeos menores de 25 años, entre otros colectivos) de 2€. Con el mismo ticket se puede acceder a los jardines del Bóboli. Y eso fue justo lo siguiente que hicimos.

En Florencia, como en otras ciudades de Italia, no cuesta lo mismo visitar algunos atractivos turísticos en verano que en invierno. En temporada baja, las entradas suelen tener un pequeño descuento. Tampoco pagarás lo mismo si te haces con ellas online o en taquilla. Normalmente si eliges la primera opción, tendrás que pagar un recargo de 4€. En el caso de que no te importe pagar este suplemento, ten en cuenta que la única página oficial es B-Ticket. Si la adquieres en otras web como Civitatis también será válida, pero te saldrá más cara. Eso sí, normalmente al reservarlas en este touroperador harás tu recorrido de la mano de un guía experto.

Los Jardines del Bóboli son el espacio verde más grande de Florencia. Se diseñaron en torno al siglo XVI y como muchos espacios de la ciudad, en su día pertenecieron a la familia Medici.

Después de leer Inferno de Dan Brown, teníamos muchas ganas de recorrerlos, pero la verdad es que nos decepcionaron un poco. Apenas hay unas cuantas estatuas y fuentes que a nuestro parecer estaban ligeramente descuidadas. Si tienes menos tiempo por Florencia que nosotros, es una visita que puedes omitir perfectamente.

En cambio tienes muchas ganas de hacerla y prefieres ir con un guía, puedes reservar aquí por 40€. ¡Tú eliges si te decantas por la opción low-cost por libre o la guiada aunque te salga más cara!

Palazzo Pitti, Florence
El Palazzo Pitti visto desde los Jardines del Bóboli

Dentro de los Jardines del Bóboli se encuentra el Palazzo Pitti, que también fue hace siglos parte del patrimonio Medici. De hecho, fue la residencia familiar de Cosimo I Medici y Eleonor de Toledo, su mujer. En la actualidad se ha transformado en un museo, tal y como les ha ocurrido a otros edificios renacentistas de la ciudad. Nosotros nos conformamos con verlo desde fuera pero al igual que te hemos comentado más arriba, puedes hacer un recorrido con guía por esta construcción. Tiene un precio de 49€ y puedes reservar en este enlace.

Tras pasear a lo largo y ancho de este espacio verde, el estómago ya nos empezaba a rugir. Por suerte, muy cerca encontramos un supermercado Sapori & Dintorni (como el del día anterior) con mesitas para comer. Almorzamos unos trozos de pizza y un tiramisú a compartir por menos de 5€ ¡Más barato imposible!

En resumen, esto es todo lo que pudimos ver en Florencia la segunda mañana de nuestro viaje: 

que ver en florencia

Tarde del día 2 – Galería de los Uffizi y paseo por el centro histórico

Después de comer, nos esperaba el plato fuerte del día: la Galería de los Uffizi. Como nos había ocurrido el día anterior, íbamos bastante bien de tiempo. Habíamos sacado las entradas para las 15:30 y eran más o menos las 14:30.

Ya que teníamos que atravesar el Ponte Vecchio para llegar al museo, aprovechamos para ver con calma los escaparates de las joyerías que estaban chapadas a primera hora de la mañana. Los pendientes, relojes y pulseras que tienen expuestos son preciosos, pero insistimos: ¡no son aptos para el bolsillo de un viajero low cost!

Uffizi Gallery, Florence
Exterior de la Galería Uffizi

Esa horita también la empleamos para ver el exterior de la Galería Uffizi con calma. Nos llamaron bastante la atención todas las estatuas de personajes célebres italianos que adornan la fachada, como por ejemplo Galileo o Maquiavelo.

A las 15:30 entramos puntuales como un reloj. Fuimos derechitos a contemplar los dos cuadros que más ganas teníamos de ver: “La Primavera” y “El nacimiento de Venus,” ambos de Sandro Botticelli.

Al ser las obras más conocidas del museo se suelen arremolinar a su alrededor bastante gente. Pero si tienes paciencia, podrás conseguir un hueco frente a ellas para admirarlas tranquilamente. Para nosotros, es todo un imprescindible que hacer en Florencia.

Los lienzos de Botticelli no son el único atractivo del museo. Recorriendo sus dos plantas yo reconocí algunas pinturas que había estudiado en Historia del Arte en el instituto, como es el caso de “Cabeza de Medusa” de Caravaggio o “La Sagrada Familia” de Miguel Ángel.

Además, desde el pasillo del piso superior obtuvimos una vista única del Ponte Vecchio y desde la cafetería, una imagen diferente del Palazzo Vecchio.

Spring By Botticelli, Uffizi Gallery, Florence
Ver «La Primavera» de Botticelli es algo imprescindible que hacer en Florencia

En total estuvimos unas 3 horas, porque yo me empeñé en que quería visitar el museo al completo (me encanta el arte y en especial este periodo artístico, qué se le va a hacer). Pero si a ti no te gusta tanto ver cuadros como a mí, con una hora tendrás más que suficiente para conocer los básicos del Renacimiento y Barroco italiano

Por ser menores de 25 años y estar en pleno mes de enero, la entrada online a la Galería Uffizi nos costó 6€. Al igual que te hemos dicho antes con el Giardino Bardini, si viajas en invierno no es necesario que la saques por internet. Nosotros al llegar y ver que casi no había cola nos arrepentimos un poco de haber pagado el suplemento.

En cambio, si planeas ir en verano creemos que sí que merece la pena que te hagas con ella en B-Ticket. Con la cantidad de cruceristas y turistas en general que visitan la ciudad en la época estival, imaginamos que la fila que se debe formar tiene que ser horrible.

Otra opción es conocer el museo junto a un guía que te irá explicando la historia de las obras de arte más reconocidas. En Civitatis puedes reservar por 49€ en este enlace. Si también tienes en mente visitar la Galería de la Academia (de la que te hablamos en el post de nuestro tercer día por Florencia) aquí puedes hacerte con tu visita guiada por 87€. Incluye un tour por el casco antiguo de la ciudad.

Al salir del museo ya se había hecho de noche, pero todavía nos quedaban algunas cosas qué descubrir ese día como por ejemplo la Basílica di Santa Croce. Dentro de esta iglesia renacentista (como no) se encuentran las tumbas de Miguel Ángel y de Galileo.

A la hora que llegamos la basílica ya se encontraba cerrada, por lo que solo la vimos por fuera. Afortunadamente al día siguiente nos sobró algo de tiempo y sí pudimos entrar ¡En el próximo post te lo contamos todo!

La próxima parada de aquella tarde era el Mercado di Sant’Ambrogio. Lo habíamos apuntado en nuestro itinerario porque pensábamos que era parecido al de San Lorenzo. Y en parte, lo es. Cuenta con puestos para comprar comida, pero con ninguno para degustarla in situ.

Después de la ligera decepción fuimos a conocer la Gran Sinagoga de Florencia. Este templo judío es el único que hay en Florencia y uno de los más importantes de Europa. Nos sorprendió lo grande que era y su enorme cúpula. En su interior alberga el Museo Hebraico, aunque nosotros por lo tarde que empezaba a ser no lo visitamos.

Piazza della Santissima Annunziata, Florence
No te pierdas la Piazza della Santissima Annunziata en tu escapada a Florencia

Lo último que hicimos esa jornada de nuestra escapada a Florencia fue ir a la Piazza della Santissima Annunziata. Incluso siendo noche cerrada nos pareció espectacular, con una estatua ecuestre de Fernando I Medici y una bonita fuente.

En la plaza también se encuentra la basílica del mismo nombre que se puede visitar de forma gratuita. Por cierto, desde aquí hay una curiosa vista de la cúpula del Duomo que queda encajonada entre las calles.  

En este esquemita tienes resumido todo lo que pudimos ver y hacer esa tarde:

que ver en Florencia

Antes de ir al hotel a descansar paramos en un supermercado de la cadena Pam que encontramos por el camino. Compramos unas piadinas y unos sándwiches otra vez por menos de 5€ que estaban riquísimos. Como ves, comer bien y barato en Florencia es pan comido (y nunca mejor dicho).

Como en nuestro anterior post de Florencia, te dejamos un mapa con todos los lugares que vimos el segundo día de nuestra escapada, así como el orden en el que los visitamos. Ya sabes, en color morado está la ruta de por la mañana y en rojo la que hicimos por la tarde.

¿Te parece que aprovechamos bien nuestro segundo día por la ciudad? ¿Habrías organizado el itinerario de otra forma? ¡Déjanos un comentario con tu opinión! También puedes leer la tercera parte de nuestra escapada en este enlace.

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